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Érase una vez tres cerditos, vivían juntos en un chalet en la playa construido por ellos mismos, el chalet era muy grande y muy bonito. Lo hicieron en la playa porque lo más probable era que el lobo no apareciera por allí. Un día estaban tomando el sol y uno de ellos dijo:
- ¡Qué bien se está aquí sin el lobo!
- Sí, la verdad es que sí. Pero hay que tener los ojos bien abiertos por si el lobo aparece por aquí - dijo su hermano.
- Seguro que tarde o temprano el lobo aparecerá por aquí buscándonos- añadió el tercero.
Una semana después uno de los tres cerditos se asomó a la ventana y vio al lobo que buscaba algo desesperadamente. El cerdito fue corriendo a avisar a sus hermanos de que había visto al lobo y uno de ellos dijo:
- Tal vez no nos esté buscando a nosotros, quién sabe. Seguro que viene en son de paz.
- Sí, seguro que le podemos invitar a comer un helado que seguro que le viene bien porque hace mucho calor.
- ¿Pero tu estás loco?, ¿Cómo vas a invitar a un helado a un lobo?, si nos acercamos a él seguro que nos quiere comer a nosotros en vez del helado.
- Él no nos va a comer, no te preocupes por eso- dijo el cerdito mayor.
- Está bien. Yo creo que deberíamos ir a ver que quiere.
- Yo creo lo mismo. Vamos.
- ¡Hola lobo! y ¿tú por aquí?
- Pues nada, me tomé unas semanitas de vacaciones y aquí estoy. ¿Y ustedes?
- La verdad es que vinimos aquí para huir de ti y nos imaginábamos que no vendrías nunca y también vinimos para tener un poquito de tranquilidad…
- Ya me lo imaginaba pero la verdad es que ya no os quiero comer porque me caéis muy bien.
- Bueno lobo tú a nosotros también nos caes bien.
- Me alegro que podamos ser amigos.
- Y ahora que ya somos amigos ¿Te gustaría lobo ir a comer un helado con nosotros?
- Pues claro que sí me encantan los helados y además me vendrá bien con este calor, me apetece uno de naranja.
- Bueno pues en marcha lobito que ya lo pago yo.

FIN

Érase una vez dos hermanos llamados Hasnsel y Gretel que vivían en una casita con: tele de plasma, jacuzzi, camas de agua, sirvientes (incluyendo a sus padres) y lo más curioso, tenían dos o tres Play Station 3 por si se rompían.

Eran algo pijos… Hansel, si se ensuciaba o si veía que la tele no encendía (porque el mando no tenía pilas) lo tiraba todo a la basura y compraban otros nuevos. Gretel, si veía algo que no tenía, ordenaba que se lo compraran y sacaran el producto de la venta.

Un buen día sus sirvientes se hartaron y decidieron mandar a Hansel y Gretel al bosque para que trajeran el caldo de la bruja que sabía a pollo. Ellos fueron buscando y rebuscando hasta encontrar la casa de chocolate, fueron corriendo y cuando llegaron, Hansel cogió un trozo, estaba metiéndoselo en la boca cuando saltó su hermana:

-¡No, te lo comas, debe de estar roñoso!
-No digas esas tonterías, petaca virola (porque estaba algo virola), esto debe de estar bueno- dijo Hansel, cuando de pronto gritó:

-¡Oh no! Sabe, a… ¡pollo!

Exactamente esa era la estratagema de la bruja, hizo la casa con pollo no con Chocolate.

Hansel tocó el timbre y sonó (¡tin, tin, tin!) como una campana de boxeo, y se abrió la puerta de repente. Apareció la bruja en un ring contra el enterrador, Batista, Jeff Hardy y John Cena luchando a pressing cath. Rápidamente cerraron la puerta, esperaron unos segundos, abrieron otra vez y la bruja sostenía una espada láser, estaba luchando contra Darth Vader, ¡esto era increíble!
Los niños fueron rápidamente detrás de la casa, y cuando todo se tranquilizó, entraron y le dijo Hansel a la bruja:

-¡Oye encanto, no tenemos todo el día que he quedado con la piva!, ¿lo captas?
-¡Oíd tengo una cosa que decir…! -empezó a decir la bruja, cuando Gretel la interrumpió:
-Venga que no tenemos tiempo, mona.
-¡Vale pues sigo yo…! yo… ¡¡¡ soy vuestra hermana!!! . -dijo la bruja
-Monina seas mi hermana, suegra, nuera o cuñada lo único que te diré es…¡¡¡DAME EL CALDO!!! – dijo Gretel.
-¡Vale! -dijo la bruja (que era más guapa en persona). Pero solo si me ganáis en un combate, si perdéis os convertiréis en pollo.
-Vale; dijeron los hermanos.

Empezaron a luchar, tardaron mucho, hasta que ganaron los hermanos el combate (que era a piedra, papel o tijera),y la bruja les dio el caldo. Los dos bebieron un poco y se convirtieron en pollos para caldos Maggi.

Bruja: la carne picada la invento un leproso tocando la guitarra, ja, ja, ja.

FIN


Érase una vez un rico funcionario público, viudo, que tenía tres hijos, pero con el más pequeño tenía problemas. Este era rebelde y con una pinta, que no le gustaba a su padre, con piersing, pelopincho color naranja y un poco pasota, acostumbrado a no hacer nada. Entonces dejó toda su fortuna en testamento a sus dos hijos mayores, y al más pequeño, le dejó un gato que hacía dos años que lo tenía su padre.

Los dos primeros estaban la mar de contentos, pues tenían dinero y bienes para poder vivir bastante bien sin miedo al futuro, pero el más pequeño no entendía nada de nada, y se preguntaba cómo se las iba a arreglar para poder vivir con aquel animalito. Lo único que se le ocurría era comérselo, lo cual descartó enseguida, abandonarlo y que cada cual siguiera su camino, o quedárselo un tiempo y por lo menos hacerle compañía, lo cual hizo.

Fue a ver algunos de sus amigos, pero como ya no tenía dinero, éstos le dieron la espalda y no querían saber nada de él, pues el interés era fiel compañero de “sus amigos”.

En fin se encontraba solo por la calle con la cabeza baja, bueno solo no, con su fiel y querido gato, al cual le estaba cogiendo cariño.
Se sentó en un banco del parque y cogió al gato en sus manos, y sin querer le dio en una pata, lo cual irritó al gato y le dijo: - ¡Ten más cuidado bruto! -.
Tanausú, que así se llamaba el joven, miró por todos lados para ver quien hablaba, pero no veía a nadie.
-¡Oye, que hablo contigo! - dijo el gato.
Cuando el joven miró al gato quedó extrañado, pero volvió a mirar con más intensidad por todos lados.
-¿Eres sordo?, ¡soy yo, el gato! -, pegó tal salto el joven, que el gato salió por los aires y Tanausú se cayó del banco al suelo.
-¡Pero si sabes hablar! – exclamó el muchacho ¿eres extraterrestre o qué? - preguntó el joven.
- ¡De Marte, pues claro que soy terrestre! - dijo el gato parlanchín.
El joven quedó perplejo y no atinaba a decir palabra alguna, entonces el gato dijo:
– Me tienes que comprar unas botas, porque es mi ilusión, si quieres que te ayude.
El joven dijo: – No tengo dinero.
Comentó el gato: – Pues vamos a buscar.
Comenzaron la búsqueda y encontraron unas muñecas al lado de un cubo de basura que tenían botas, lo que pasa es que dos eran de un color y las otras dos de otro, pero se las puso y le sirvieron.
Esa noche el joven comió en un comedor público, y guardó algo para el animal, que ahora lo iba a llamar el gato con botas; durmiendo después bajo un puente.
Por la mañana dijo el gato:
- Vamos a buscar algún periódico usado, que voy a mirar nuestro posible futuro.

- ¿Sabes también leer? -dijo Tanausú, más asombrado aún, que cuando comprobó que sabía hablar.
Encontraron dos periódicos del día anterior, y el gato se puso a leer, “se necesita camarero, vendedor de libros, analista informático, psicólogo “, dijo el gato: – aquí no hay nada, alcánzame el otro.
Comenzó a leer el siguiente periódico, “se necesita bailador profesional, ama de casa, mujer de la limpieza... y de pronto dijo el gato con botas: – ¡aquí está!.

Tanausú preguntó: -¿Qué has encontrado de bueno?
- “Se hacen pruebas de animales para una película, tiene que ser gato o perro” – dijo el gato.

Se dirigieron a la dirección indicada, y se presentaron para apuntarse al casting, donde se iba a elegir al protagonista animal de la película.
Esperaron dos largas horas para que les tocase el turno de actuar.
Una vez en el escenario le dijo el jurado: - ¿Qué sabe hacer su gato?
Tanausú dijo sin miedo: – lo que ustedes quieran.
Le fueron diciendo una a una todas las acciones que tenía que realizar, y por supuesto las hizo todas a la perfección, sin fallar ni una, todo el jurado se quedó asombrado de ver, con que facilidad hacía todo lo que su amo le ordenaba, sin titubear ni un momento.

Lo eligieron para realizar la película, y fue tan famoso que a su dueño y al gato con botas nunca le faltó de nada, e hicieron varias películas más.
Encontró Tanausú a una chica muy guapa que lo comprendía.
Se casaron, y fueron siempre felices y comieron perdices, y nadie jamás supo que el gato sabía hablar, excepto su dueño y el propio gato.

MORALEJA: Si ves a un gato con botas, cuídalo, puede ser el del cuento, pero no le preguntes cosas delante de la gente, pues te pueden tomar por loco.

Marina Santos Pérez 1º ESO C

Érase una vez una jovencita algo pija, su padre se había casado con una mujer muy mala. Ésta tenía dos hijas que trataban a su hermanastra como si fuera su servidora:
-¡Cenicienta! Vete a dormir a tu cama entre las cenizas, cuando termines de prepararnos la pizza que vamos a cenar.
-¿Qué? ¡No, no, no! No puedo dormir ahí con tanto frío. ¡No, no, no! ¡Que me puedo resfriar! Y encima, encima que yo tengo la piel tan sensible... ¡Se me puede estropear el maquillaje! ¡No pienso dormir ahí!
-¿Cómo qué no? ¿Me vas a decir qué no tú a mí? Anda, anda no me hagas perder el tiempo que tengo que ver el programa que dan hoy en la televisión. ¡Así que vete!
Un día, todas las chicas de la ciudad fueron invitadas a una fiesta en la discoteca en honor a su dueño que se llamaba Maikel. Cenicienta preguntó si ella podía ir, pero la madrastra le respondió: -¡De ninguna manera!, ¡Eres muy fea para ir a la fiesta!, además, ¿Quién hará la limpieza?
La pobre Cenicienta regresó llorando a la cocina, de repente le sonó el móvil, lo cogió y oyó a su hada madrina que le dijo:
-Vete a la huerta y tráeme una calabaza y cuatro ratones y después ven para la cocina que te estaré esperando...
-Vale ya voy, pero... ¿para qué quieres todo eso?
-Tú tráemelo y ya verás. Adiós.
-¡Ah! Y también necesito una de tus ropas viejas. Hasta luego.
Cenicienta hizo todo lo que le mandó y fue directa a la cocina y vio a su hada madrina. Ésta transformó la calabaza en una gran limusina, uno de los ratones lo transformó en su conductor. Con las ropas viejas hizo unas nuevas.
Cenicienta se lo puso todo muy contenta y a la vez asombrada.
-¡Muchísimas gracias! - decía sin parar-
No hace falta que me des las gracias. Bueno ¿ya estás preparada para ir a la fiesta?
- Pero..., no puedo ir sin terminar de limpiar...
-No te preocupes que para eso quedan los tres ratones que te he pedido. Lo tengo todo planeado.
Y entonces los ratones por arte de magia cogieron un plumero, una aspiradora y una fregona, y empezaron a limpiar toda la casa, ellos solos.
-Bueno ya está todo, pero no te olvides que cuando llegue la media noche el encanto se romperá.
Cuando Cenicienta llegó a la discoteca se paró la música y se hizo un gran silencio y todos especialmente Maikel estaban impresionados por su belleza, se preguntaban quién podría ser esa chica tan guapa. Durante toda la noche, Maikel sólo tuvo ojos para Cenicienta.
Como era de esperar, se enamoró perdidamente de la joven que no solamente era hermosa y dulce sino graciosa y elegante.
Cenicienta olvidó todas sus penas y no se dio cuenta de que el tiempo pasaba. Pero cuando su móvil sonó fue para anunciar que ya era medianoche, recordó la advertencia del hada y sin decir nada salió corriendo de la discoteca y desapareció en la noche. En su carrera se le cayó el móvil, pero no se dio cuenta y siguió corriendo para que Maikel no la viera vestida con harapos.
La joven estaba segura de que jamás volvería a ver a Maikel Sin embargo éste, que estaba dispuesto a encontrarla, envió a todos sus amigos con la orden de hacer que todas la chicas describieran el móvil sin mirarlo y después tenían que encenderlo, pero ninguna lo hizo bien.
Cuando llegaron a la casa de Cenicienta, las hermanastras intentaron describir el móvil pero no sabían cómo. Cuando los amigos ya se iban a ir, Cenicienta entró en el salón y ante la sorpresa de todos, describió el móvil sin ninguna dificultad.
-¡Es imposible!-exclamaron sus hermanastras-¡Ella no puede ser la hermosa joven de la fiesta! ¡Si ni si quiera estaba allí!
Sin escuchar lo que sus hermanastras decían, Cenicienta salió acompañada de los amigos de Maikel.
A pesar de sus harapos y su cara sucia Maikel la reconoció inmediatamente.
-Prométeme que nunca te vas a separar de mi lado –le dijo teniéndola en sus brazos.
Una semana más tarde se celebró la boda real y vivieron felices para siempre.

FIN

Hasta el 15 de abril la Biblioteca del centro acoge una exposición en la que la mujer es la única protagonista. “Mujer y literatura” recrea el mundo femenino desde diferentes ópticas, trece paneles nos cuentan detalles curiosos de las mujeres en la antigüedad clásica, mujeres luchadoras, mujeres valientes que se disfrazaron para sentir las libertades que la sociedad machista les negaba, las insatisfechas, las virtuosas...todas ellas tienen cabida entre la amplia documentación que se nos presenta.
En los paneles la información se combina con las ilustraciones de mujeres que marcaron época, heroínas, personajes de la literatura medieval, de obras tan representativas como la Celestina y el Quijote.
Biografías y fragmentos de las obras de escritoras francesas, hispanoamericanas, chinas, indias, islámicas, españolas o canarias están reflejadas en ésta interesante muestra coordinada desde el Centro de Profesores de Santa Cruz de La Palma.
Por otra parte, hemos hecho una selección de libros acordes a la temática femenina, novelas como: La Regenta, La Perla, La Celestina, El Perfume, Laluna.com…les esperan junto a ejemplares feministas como: La estirpe maldita, El maltrato un permiso milenario o la colección canaria de Mercedes Pinto.

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